jueves, 10 de septiembre de 2015

per un model agrícola ecològic de veritat

Us adjunto un text que vaig escriure al for de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, dins la discussió que es va crear per l’article al diari ABC (del 26 d'agost) de J.M. Mulet, professor de Biotecnología de la Universitat de València, titulat “Los productos ecológicos no son más sanos y los transgénicos no perjudican la salud”. Properament, segons m’ha comentat la SEAE, es publicarà a la secció “Plaza pública” de la seva revista Ae.

Buenos días,
No había escrito nunca en este foro, pero el cóctel "transgénicos + alimentación "ecológica" (las comillas las entenderéis más adelante) + Sr. Mulet" me ha animado a hacerlo. Soy un pequeño agricultor en Catalunya. Si me lo permitís, voy a hacer un alegato por la agricultura en la que creo.

Llevo mucho tiempo informándome acerca de muchas de las cuestiones que se plantean en los artículos y libros de vuestro biotecnólogo favorito. Cuando veo o leo a este señor no pienso en el tamaño de su cerebro o en si será merecedor del cielo cuando le llegue la hora. Al contrario, pienso que aún hay demasiados argumentos que puede utilizar de una manera bastante consistente contra la agricultura "ecológica" (AE), para mi pena y desesperación. Pienso que tiene razón en que no hay (apenas) estudios que demuestren que los alimentos transgénicos son perjudiciales y que los alimentos ecológicos son mejores para la salud. Necesitamos otros 100 doctores Séralini y con muchos más medios para que sus conclusiones sean incuestionables. Pero le diría al Sr. Mulet que tales estudios no existen porque, como él también sabe, quien manda en las universidades son las grandes corporaciones, entre ellas las farmacéuticas. 

También dice, creo que con razón, que algunos de los productos permitidos en AE son perjudiciales para el medio ambiente (yo no he creído nunca en liberar millones de Bacillus o de bacterias en la naturaleza, o en utilizar cobre como fungicida), que es imposible abonar todos los cultivos con estiércol (al menos con el modelo "ecológico" actual, en que los tractores pueden labrar el campo después de cada cultivo y liberar toneladas de CO2 al aire, destruyendo la fertilidad de la tierra y provocando erosión), que la prohibición del cultivo de transgénicos en casi toda Europa no es más que una patochada. 

Un tema a parte es que pocos estudios relacionan los insecticidas y herbicidas químicos con enfermedades. Pero le diría al Sr. Mulet que hay suficientes evidencias para pensar que hay relación causa-efecto, o que se lo pregunten a las regiones de Argentina, por citar un caso, donde se cultiva soja y los casos de cáncer se han multiplicado en las últimas décadas. Puede que esto ocurra porque los campos y las gentes son fumigados con avionetas, o puede que porque el cáncer de ahora es más listo que el de antes. No hablemos ya de temas de intolerancias alimentarias, alergias y otros trastornos que han crecido exponencialmente en las últimas décadas, según algunos estudios, por el cambio en la calidad de los alimentos. Creo que las personas que sufren y, por supuesto, las que han muerto, por culpa de los biocidas químicos merecen, al menos, respecto, incluído el de todos los científicos inconscientes. Recordemos, para cerrar este tema, que en nuestros organismos están presentes, según otros estudios, decenas de moléculas que forman parte de insecticidas y otros químicos "calculados y controlados", como diría el profesor. El famoso DDT (que se prohibió en EEUU hace, si no me equivoco, 40 años) se sigue pasando de madres a hijos en la actualidad. No creo que eso pueda decirse que es "seguridad alimentaria".

También dice el Sr. Mulet que lo "natural" puede no ser mejor que lo "artificial". Sería difícil dirimir donde está la frontera entre una cosa y la otra (¿acaso el hombre no forma parte de "lo natural"?), pero creo que es indudable que la Naturaleza (o Gaia, según diría Lovelock) lleva aquí muchos más años que nosotros y que sabe mucho mejor lo que hace.

Según mi manera de verlo, es necesario un modelo de agricultura que ha de ser ecológica de verdad. Habláis, algunos, de vuestros productos vendidos en el extranjero, y entiendo (aunque no comparto) la necesidad de las empresas de vender el máximo y al mejor precio. Y que, para un consumidor, ir al supermercado y no poder comprar aguacates o piñas "ecológicas" hace que la vida pierda su sentido totalmente. Pero llamar "ecológico" a algo que ha recorrido miles de kilómetros desde la tierra hasta el plato me parece incorrecto. Y no juzgo a nadie, que conste, entiendo que cada uno hace lo que puede en la vida. Pero creo que la AE de sustitución de insumos, industrial y globalizada es más de lo mismo y que no va a servir para cambiar nada en nuestro maltrecho mundo.

¿Esa es la agricultura que podemos ofrecer al mundo? ¿Una agricultura ecológica de "sello"? ¿Una agricultura en que se puede trabajar la tierra después de cada cultivo con un tractor de 300 C.V., destruyendo la fertilidad de la tierra y erosionándola, emitiendo toneladas de CO2? ¿Una agricultura que envasa en plásticos sus "productos" y los envía a cualquier lugar del mundo, con las emisiones de CO2 que ello supone? ¿Una agricultura que sustituye las semillas "convencionales" por otras de híbridos "ecológicos", producidas a veces por las mismas corporaciones que están destruyendo el planeta? ¿Una agricultura que cambia el bote de insecticida "químico" por otro "ecológico" producido en la misma fábrica, en cualquier lugar del mundo, contaminando, emitiendo gases? No hablemos de la calidad y del precio, pues en eso el Sr. Mulet nos puede machacar. Estoy harto de ver en los supermercados productos "ecológicos" de una calidad ínfima, a precio de caviar iraní, que deberían provocar insomnio a quien los cultivó y a quien los vende. 

Para acabar, parafraseando un poco a Luther King, os explicaré mi sueño: sueño con un mundo donde la gente es dueña de su alimentación y de su salud, donde los campesinos son autosuficientes en la obtención de sus insumos y semillas, donde las plantas crecen en tierras fértiles en las que no se labra, donde se usa la tecnología justa para cada actividad, donde la agricultura ayuda a regenerar los campos, los huertos y los pastos, donde todos los animales viven en libertad y los humanos hemos dejado de necesitar matarlos para comérnoslos. 

Disculpadme por el rollo. Para ser la primera vez que escribo, me he despachado a gusto. Gracias. Abrazos a manojos, como los calçots que ahora se siembran en mi tierra...

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