Serge Bellele deia: "Home, Abella i Terra estan tant units que la debilitat d'un implica el declivi dels altres. No es guarirà l'abella sense guarir la Terra. No es guarirà la Terra sense la presència de les abelles. No es guarirà l'abella ni la Terra sense guarir l'home del materialisme". De vegades em sembla mentida que la Humanitat no s'estigui adonant, en el seu conjunt, del perill que corre si continua aquest despropòsit de matar abelles.
Recordo un article de Jean-Michel Florin, un altre biodinàmic, que deia que abella, vaca i cuc de terra són indicadors de la salut del paisatge agrícola en el seu conjunt. Totes tres espècies tenen una funció fonamental per a la vida: la primera per la seva importància a la pol·linització; les altres dues, processant la matèria orgànica per a donar fertilitat a la terra.
Rudolf Steiner deia que "hi ha quelcom a l'abella que s'assembla a l'home". Jo no ho veig, a mi em semblen molt més maques elles...
Us adjunto l'enllaç d'una campanya de GREENPEACE per a protegir les abelles:
http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Transgenicos/Abejas/
http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Transgenicos/Abejas/
Salvemos a las
abejas
La polinización de las flores es vital para
nuestra alimentación y para la biodiversidad, pero las abejas, unas de las
principales encargadas de esta misión, están desapareciendo. Entre otros
factores, mueren por la agricultura industrial y su uso de plaguicidas tóxicos.
Es urgente, por lo tanto, cambiar el modelo de la agricultura industrial por
una agricultura ecológica.
#SOSabejas
Las abejas son mucho más importantes de lo que
pensamos. La producción de alimentos a nivel mundial y la biodiversidad
terrestre dependen en gran medida de la polinización, un proceso natural que
permite que se fecunden las plantas y den así frutos y semillas. Las
abejas, y otros insectos como mariposas y abejorros, son los responsables de
este proceso y, sin embargo, sus poblaciones están disminuyendo a pasos de
gigante.
Varios son los factores que amenazan a los
polinizadores: la pérdida de hábitats; las prácticas de la agricultura
industrializada, como los monocultivos (menor disponibilidad y diversidad de
alimento para estos insectos); el uso de plaguicidas; parásitos y
enfermedades; especies vegetales y animales invasoras; y los impactos del cambio
climático. Se ha calculado que el valor económico de la labor de
polinización de las abejas podría estar en torno a los 265.000 millones de
euros anuales en todo el mundo. Así pues, incluso desde un punto de vista
puramente económico, merece la pena proteger a las abejas.
Las cifras del problema que sufren los
polinizadores son contundentes. El informe “El declive de
las abejas” advierte que las poblaciones de abejas
disminuyeron un 50% en las dos últimas décadas. Por su parte, la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus
siglas en inglés) ha mostrado en el informe “UNEP Emerging Issues”
que el declive de las abejas está ocurriendo en todo el mundo y que el resto de
polinizadores están en la misma situación. De hecho, las
recientes restricciones en la UE a cuatro insecticidas se basan
en recientes evidencias científicas que confirman la nocividad de estos
productos para las abejas. Además, la Autoridad Europea de Seguridad
Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) ha expresado sus preocupaciones
respecto a dos plaguicidas neonicotinoides, puesto que podrían afectar
también el desarrollo del sistema nervioso de los seres humanos.
"la mel és llum cristal·litzada" (Steiner)